Todos sabemos cuáles son las ciudades más conocidas y visitadas de Alemania: los típicos lugares turísticos que todo el mundo quiere ver: Berlín, Múnich, Hamburgo… Pero como siempre, hay pequeñas joyas que pasan más desapercibidas, que no suelen estar tanto en el “radar turístico”. Vamos a ver algunas de las ciudades subestimadas de Alemania: ¡os sorprenderán!
Dresden
Dresden quedó prácticamente destruida entre el 13 y el 15 de febrero de 1945, durante la Segunda Guerra Mundial. De la que había sido la “Florencia alemana” no quedó prácticamente nada después de los bombardeos de las Fuerzas Aliadas, y murieron más de 20.000 personas. El centro histórico, por supuesto, quedó devastado. Con los años, la ciudad ha vuelto a florecer después de la destrucción total. Hoy en día hay lugares reconstruidos, como la Frauenkirche, que son el símbolo de la esperanza y la reconciliación de los pueblos.
Sin embargo, a veces la ciudad queda fuera de los itinerarios más turísticos de Alemania, que se centran en el oeste y el norte del país. También hay la creencia de que Dresden es una ciudad más tranquila y menos vibrante, en comparación con otras ciudades con gran bullicio y dinamismo cultural. Pero la realidad es que Dresden cuenta con una escena cultural muy rica.
¿Qué recomendamos ver en Dresden? El Großer Garten, el Altmarkt, la Altstadt, la Frauenkirche, el entorno del lago Elba, y la Neustadt, o ciudad nueva.
Bonn
La que fue la capital de la República Federal de Alemania durante más de 40 años, después de la Segunda Guerra Mundial, es una ciudad mediana, con una población de poco más de 300.000 habitantes. Había temores de que al perder la capitalidad, todos los puestos de trabajo y el esplendor que había ganado durante esos años desapareciera y Bonn se convirtiera en una ciudad gris. Pero ha aguantado bien la pérdida de protagonismo y se ha convertido en una ciudad agradable y calmada.
Bonn es la ciudad de nacimiento de Ludwig van Beethoven, y la casa donde nació se puede visitar, en la Bonngasse 20. Se trata de un lugar conmemorativo, museo e institución cultural dedicada al compositor. Otra cosa que nació en Bonn es… ¡la marca Haribo! La marca se llama así porque su creador, Hans Riegel, utilizó las palabras HAns – RIegel – BOnn para bautizarla, en 1920. Suele ser una de las ciudades subestimadas de Alemania, pero ¡ya no más!
¿Qué recomendamos ver en Bonn? La Beethoven-Haus, el antiguo ayuntamiento (Altes Rathaus), la catedral, la universidad, el Palacio Poppelsdorf y el Jardín Botánico.
Foto de Tim Rüßmann en Unsplash
Wiesbaden
“¿Wiesbaden, dónde está esto?”, pensarán algunos. La capital del estado de Hesse es, simplemente, desconocida para muchas personas fuera de Alemania. Y dentro del país, la mayoría la reconocen por sus aguas termales. Ya en época romana empezó a haber importantes termas en la ciudad, y desde entonces, Wiesbaden es conocida como destinación del turismo de balnearios. Muchos lo llaman “la Niza del norte”.
La ciudad no destaca por ser la primera atracción turística que nos viene a la cabeza al pensar en Alemania. Sin embargo, tiene un encanto especial, está cerca de otras ciudades importantes, como Frankfurt y Mainz, y es una buena destinación para ver, por ejemplo, en un fin de semana.
¿Qué recomendamos ver en Wiesbaden? El baño principal de Wiesbaden (Kurhaus) el reloj Kuckucksuhr, la Schlossplatz o Marktplatz, la Marktkirche (una de las iglesias más famosas) o la colina Neroberg, desde donde ver preciosas vistas de viñedos.
Foto de Tobias Reich en Unsplash
Münster
Tampoco es demasiado conocida, pero una visita a Münster también es muy recomendable. No solo por su belleza, sino también por la importancia que ha tenido en algunos capítulos de la historia de Alemania. Como muchas otras, es una ciudad reconstruida después de haber sido arrasada por los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial. Y allí, por ejemplo, se firmó la Paz de Westfalia en 1648: fue una de las dos ciudades en las que se negoció la paz después de la guerra de los Treinta Años que afectó gran parte de Europa.
Otros datos curiosos: en Münster hay una gran cultura del uso de la bicicleta, y una vez fue nombrada la “ciudad más habitable del mundo”.
¿Qué recomendamos ver en Münster? La Prinzipalmarkt (la calle más conocida por los visitantes), el Historisches Rathaus, la St. Paulus Dom o las orillas del AaSee, un lago muy grande rodeado de parque donde pasear y tomar una cerveza.
Foto de Wim van ‘t Einde en Unsplash
Bremen
Estamos seguros que Bremen superará también todas tus expectativas. Es una ciudad de cuento de hadas, y no de cualquier cuento: los conocidos como “músicos de Bremen” de los hermanos Grimm han hecho ampliamente famosa esta pequeña ciudad del noroeste de Alemania.
También es una destinación muy cómoda para ir un día o dos, como excursión desde Hamburgo por ejemplo. Y como ciudad universitaria, ofrece una atractiva oferta cultural y una vibrante vida nocturna
¿Qué recomendamos ver en Münster? La Bremer Marktplatz, el Bürgerpark (el pulmón verde de Bremen), el precioso Barrio Schnoor, el Mühle am Wall (un antiguo molino de viento), la estatua de Rolando, la catedral o la orilla del río Wesser. Y por supuesto, la estatua de Die Bremer Stadtmusikanten: los músicos de Bremen.
Foto de Carlos Ibáñez en Unsplash
¿Qué te parece? ¿Has visitado alguna vez estas ciudades? ¿Crees que hay más ciudades subestimadas de Alemania? ¡Cuéntanoslo!
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